13 julio 2015

Efecto culo en silla

Ya era hora de que hablásemos de esto. El efecto culo en silla.
Ha llegado hace unos meses, justo en el momento en el que coinciden dos hechos puntuales: sentarte en terrazas y ponerte vestidos o pantalones cortos.
Y ahí está, el molesto efecto culo en silla.

No hace falta explicar mucho más: esas marcas que se quedan en los muslos al sentarte en una silla de terraza.
Pero también ese sudor al estar en contacto con los bancos del metro, o la silla de la oficina.
¡Maldito sea el efecto culo en silla!
Hay a quien no le resulta incómodo, ni sucio ni na, pero para ti, querida amiga enemiga del efecto culo en silla quiero decirte una cosa, el efecto culo en silla tiene solución.

Se puede combatir llevando un pañuelo tipo pareo en el bolso y, cuando es necesario, sentarse encima. no es ser maniática, es ser apañada, incluso limpia. Porque el efecto culo en silla, además de antiestético, pero para una provinciana es lo de menos, es fatal para la higiene, y para el mismísimo decoro humano.

Así que si ves que vas a sufrir de efecto culo en silla ándate lista y llévate un pañuelo.

Moderna de Pueblo, que me hace mucha gracia, eso es que es de la Provincia, ilustra este asunto, y otros que hemos tratado anteriormente, con toda la gracia y realismo. Es total.

Del asunto sentarse en el suelo, o efecto culo en césped, habíamos hablado aquí, y del mundo peto, si nos sigues en twitter, habrás visto que nos hemos hecho eco, es madreeeee el efecto baños de festival cómo es!



1 comentario:

Isabel Benito dijo...

Te olvidas de la consecuencia dolorosa, para mi que soy de muslo gordo, la peor: ese despegarte lento y doloroso cual tirón de cera al levantarte de la silla, ayyyyy.