Disfrutábamos, así sin más. No se nos planteaban más metas que disfrutar, right now.
Sería porque éramos jóvenas, porque no temíamos al desempleo, no sabíamos que podía ser larga la espera o que el rollo éste de estar en la capi para ser directoras generales era posible todavía. Algún día cobraríamos un pastón.
Fiesta de la Espuma, qué barbaridad |
Entonces alquilamos un apartamento con terraza y piscina en la zona con más marcha de Ibiza, íbamos las 4 en un coche donde nos daba la real gana y no nos privábamos de comer una paella exquisita en el jardín.
Conquistábamos el mundo en colchoneta, veíamos atardeceres donde mandan los cánones y jugábamos a la pocha y al cuadrado extrem, con nuestras gafas de sol.
Conquistábamos el mundo en colchoneta |
Disfrutamos de todas las discotecorras, de todas las fiestas posibles, incluída la de la espuma, nos pusimos morenas y, en general, la gozamos. Solo bebíamos sandevid (sangría de bote) y en las discotecas un redbull a pachas.
Y todo esto por la módica cantidad de 1300€ una semana.
No se me olvida en la puta vida.
Bien gastados, eso si. Muy bien.
¡Qué ocurrencias!
Eso si, el siguiente año volvimos 2 y el gasto fue muy inferior; estuvimos en el Hostal Los Pinos y disfrutamos de otro tipo de Ibiza. Una experiencia singular. Divina.
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