04 julio 2016

Conquistar el mundo en colchoneta

Disfrutábamos, así sin más. No se nos planteaban más metas que disfrutar, right now.
Sería porque éramos jóvenas, porque no temíamos al desempleo, no sabíamos que podía ser larga la espera o que el rollo éste de estar en la capi para ser directoras generales era posible todavía. Algún día cobraríamos un pastón.

Fiesta de la Espuma, qué barbaridad
Entonces alquilamos un apartamento con terraza y piscina en la zona con más marcha de Ibiza, íbamos las 4 en un coche donde nos daba la real gana y no nos privábamos de comer una paella exquisita en el jardín.
Conquistábamos el mundo en colchoneta, veíamos atardeceres donde mandan los cánones y jugábamos a la pocha y al cuadrado extrem, con nuestras gafas de sol.
Conquistábamos el mundo en colchoneta
Disfrutamos de todas las discotecorras, de todas las fiestas posibles, incluída la de la espuma, nos pusimos morenas y, en general, la gozamos. Solo bebíamos sandevid (sangría de bote) y en las discotecas un redbull a pachas.

Y todo esto por la módica cantidad de 1300€ una semana.
No se me olvida en la puta vida.
Bien gastados, eso si. Muy bien.
¡Qué ocurrencias!

Eso si, el siguiente año volvimos 2 y el gasto fue muy inferior; estuvimos en el Hostal Los Pinos y disfrutamos de otro tipo de Ibiza. Una experiencia singular. Divina.

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